Tuesday, 07 de May de 2024


+ Pacto: al final pierden PRD y PAN + Yunes, ¿el Gómez Morín del PAN?




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Si el PRD es el principal partido beneficiario del Pacto por México, podría estar cometiendo un error estratégico al subirse a la cola de los problemas internos del PAN y perder lo más por menos.

El PRD fue invitado a definir algunos acuerdos con el PRI --ya con Enrique Peña Nieto como presidente electo-- y su respuesta fue la propuesta de un pacto más integrado. El PRI aceptó firmar acuerdos de agendas legislativas que al final de cuentas llevaban más del PRD que del PRI.

 

 

La lista de reformas del Pacto por México incluye en el fondo una reorganización de poderes fácticos que el PRI difícilmente podría promover por sí mismo por falta de mayoría consolidada. El arresto de Elba Esther Gordillo, la reforma educativa y la reforma a las telecomunicaciones implicaron en realidad un acuerdo de centro-izquierda que el PRI o el PRD no podían llevar cada uno por su cuenta.

 

 

La reforma hacendaria y la reforma energética --ya perfiladas-- también van a romper con poderes fácticos y hasta con poderes salvajes que habían sometido la capacidad de gestión de partidos y del legislativo. El sólo sometimiento de Televisa y TV Azteca en la reforma a las telecomunicaciones había sido una victoria de la alianza perredista con el PRI, por el dato mayor de que la telebancada --legisladores que responden a los intereses de las televisoras-- está dentro del PRI.

 

 

De ahí la importancia de resaltar los viejos modos del PRD de perder lo más por lo menos. La agenda de denuncias contra el  presunto uso de recursos públicos para labores electorales en contra del PRI en Veracruz forma parte de la agenda del PAN, sobre todo por el posicionamiento del expriísta neopanista Miguel Angel Yunes --que llegó a usar dinero para ganar elecciones en Veracruz cuando fue secretario de gobierno o utilizar la estructura policiaca para amenazar a políticos adversarios, como lo hizo como impunemente con Ignacio Morales Lechuga y su esposa--, ahora convertido nada más ni nada menos que en “el Manuel Gómez Morín del PAN” posterior a la pérdida de la presidencia.

 

 

La posposición de anuncios de reformas del Pacto por México beneficia objetivamente --un enfoque muy usado en el razonamiento marxista-- a la derecha de los aliados panistas, por lo que en realidad el argumento de Sedeso-votos ha buscado en realidad frenar las reformas por los efectos contrarios a las élites empresariales y permitirle al PAN salirse del Pacto. El efecto colateral del endurecimiento panista podría repercutir en el tramo final de la reforma a las telecomunicaciones y con ello beneficiar a los poderes salvajes de la televisión y la radio que siempre se opusieron a cualquier reforma que redujera su poder y su autonomía relativa.

 

 

Si se revisa el clima político antes del Pacto, el gobierno priísta de Peña Nieto había definido ya su agenda limitada reformas y las bancadas en las dos cámaras estaban alineadas a conseguir algunos avances. El acuerdo primero con el PRD pudo avanzar un poco más en la profundidad de los objetivos. Si el PRD sigue sintonizando la línea estratégica del PAN, entonces sus propuestas que decidieron al PRI ir más allá de las reformas originales podrían posponerse y sobre todo --lo más negativo-- permitirle a los poderes fácticos y a los poderes salvajes replegarse y reorganizarse porque el pacto resultó beneficiado con el método blitzkrieg de guerra política relámpago.

 

 

Si se ve acorralado por los intereses de Madero y de Yunes como “el nuevo Manuel Gómez Morín” del PAN, el PRI podría regresar a su plan de vuelo antes del Pacto: una serie de reformas propuestas, pactadas en medio de jaloneos y con resultados menores, pero al final de cuentas con ligeros avances que pudieran permitir un ligero aumento en el ritmo del PIB. El PAN y el PRD tienen fuerza para frenar reformas pero no para impulsarlas. Así, el país pagaría con menos expectativas los problemas internos del PAN y el PRD llevados al Pacto.

 

 

En el fondo, la denuncia contra Rosario Robles formó parte de la estrategia del PAN para involucrar el PRD despertando viejas pasiones negativas. Pero la agenda interna del PAN está pasando por una reorganización de los grupos y el encumbramiento de nuevas formaciones. Las denuncias contra Veracruz están indicando el asalto al PAN por el grupo del ex priísta Yunes Linares, ex aliado de Elba Esther Gordillo. En este sentido, el aislamiento de Madero en su lucha contra Calderón estaría llevándolo a bloquear al partido de la lógica de las reformas, aunque en el fondo esas reformas del Pacto estaban afectando a viejos aliados conservadores del PAN.

 

 

A pesar de haberlo promovido como quizá la última oportunidad para realizar reformas de fondo, el PRD y el PAN han llevado al absurdo de secuestrar el Pacto para negociar puntos ajenos. Si el PRD quisiera en realidad ir al fondo en el tema de programas sociales, podría incluir en la agenda colateral del Pacto una propuesta de reforma de los mecanismos de reforma social, aunque a costa de tener que sacrificar también la política social perredista en el DF que está basada en el mecanismo de programas-lealtad electoral; no por menos López Obrador utilizó a los beneficiarios del programa de apoyo a la tercera edad como base del acarreo en sus mítines y como votos atados al padrón de beneficiarios.

 

 

Los titulares de desarrollo social en el DF han sido designados en función de operación de beneficiarios en torno a lealtades electorales y políticas, destacando sobre todo Marcelo Ebrard y Martí Batres, el primero usando los programas sociales para promover su candidatura y garantizar acarreo de votos y el segundo para servir a los intereses neopopulistas de López Obrador. Y Josefina Vázquez Mota catapultó su candidatura desde Sedeso en tiempos de Fox.

 

 

Al final, el PRD aparece como peón del ex priísta y neopanista Yunes.

 

 

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